¿No te ha pasado que tus zapatos favoritos, de pronto comienzan a rechinar? Y por más que te fijas, no sabes de dónde viene ese ruido, y menos cómo evitarlo.
Aquí te dejamos algunas soluciones sencillas, que puedes hacer en casa con materiales fáciles de conseguir, pero es importante que sepas que si el rechinido no desaparece, tendrás que llevar tus zapatos a que los repare un profesional.
Talco
A veces los zapatos rechinan por la ficción que hay entre la suela y las plantillas interiores. El talco o la maicena pueden ayudar a que las plantillas no se deslicen y el rechinido disminuya o desaparezca.
Si las plantillas son desmontables, echa talco debajo de ellas para disminuir el movimiento.
Utiliza una Servitoalla® Pétalo®
Dobla una Servitoalla® Pétalo® e introdúcela entre la suela y la plantilla. Esto tendrá un efecto similar al del talco.
Lubricante
A veces, el cuero de los zapatos se encoge o estira por distintas causas, incluyendo los cambios de temperatura. Si crees que esto es lo que provoca el chirrido, puedes lubricarlos con aceite para calzado o aceite de cocina. Agrega unas gotas en las costuras que unen la estructura del zapato a la suela, y limpia el exceso. Deja actuar toda la noche y el ruido tendrá que haber desaparecido.
Secar a la sombra
Los zapatos húmedos también causan rechinidos. Ponlos a secar en una habitación caliente y seca, con las plantillas separadas.
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