Por lógica, uno pensaría que lavar los alimentos antes de cocinar es lo adecuado, pero, sorprendentemente, no es así en todos los casos. Existen al menos 3 alimentos que nunca deberíamos lavar, pues en vez de proteger la salud de nuestra familia, la podemos arriesgar al hacerlo.
Pollo
Inocentemente, siempre lavamos el pollo antes de ponerlo al fuego, pensando que el agua ayudará a eliminar las bacterias. Y aunque el agua elimina algunas de estas bacterias, esto resulta contraproducente porque se quedan en el agua y en todas partes donde haya salpicado. Una de estas bacterias, la salmonella, es peligrosa para todos. Se piensa que cerca de la mitad de las personas que lavan el pollo, terminan infectadas por esta bacteria, causante de terribles malestares, vómito, dolores, fiebre, diarrea, y que en los niños especialmente pueden poner en peligro su vida.
Las bacterias del pollo pueden ser eliminadas fácilmente al cocinarlo a 75 °C. Así que sólo debes remover, usando guantes, las partes del pollo que no quieras (como el corazón, fragmentos de hueso o vísceras, plumas, etcétera) y dejar que el fuego haga lo suyo.
Pescado
Al igual que con el pollo, el agua no elimina las bacterias, sino que las distribuye a lo largo de tu cocina.
Huevos
Los huevos son tratados con una cubierta especial para protegerlos de las bacterias, y que evita que contaminen a otros alimentos. No los laves, pues esto eliminará la protección y puedes terminar enferma.
Lo que debes lavar siempre
Hay alimentos que siempre debes lavar, como las frutas y verduras con cáscara comestible (manzanas, papas, chayote). Hazlo justo antes de comerlas y usa agua fría, pero no uses jabón porque la cáscara porosa puede absorberlo y puede perjudicar tu salud.
Las frutas con cáscara no comestible también debe lavarse. Los limones y naranjas, por ejemplo, pueden acumular tierra y suciedad en su exterior, y aunque deseches la cáscara, pueden contaminarse por dentro al pelarlas.
También lava las latas de alimentos antes de abrirlas, pues puede haber alguna bacteria que se introduzca al abrirla. También se recomienda enjuagar con agua fría los alimentos vegetales de la lata, como las legumbres, para eliminar los conservadores químicos.
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