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TU VIDA SE RENUEVA Y TU PAPEL TAMBIÉN
Sigue estos sencillos trucos para tenerlo siempre reluciente.
El acero inoxidable es conocido por ser una superficie limpia que resiste la corrosión y el óxido. Debido a esto, es una opción muy popular en cocinas y baños. Sin embargo la suciedad y el polvo ponen en riesgo su brillantez. Afortunadamente, responde bien a la limpieza, siempre y cuando se sigan ciertas reglas, las cuales te dejamos aquí: Agua y un paño. La limpieza de rutina se debe hacer mediante el uso de agua tibia y un paño. Seca con una toalla o un paño para evitar manchas de agua. Esto es realmente importante, ya que los minerales en el agua pueden dejar marcas en el acero inoxidable.
Detergente suave y un paño. Para la limpieza que necesita más potencia, un detergente suave y agua tibia pueden hacer un gran trabajo sin dañarlo. Una gota de detergente suave y agua caliente es a menudo todo lo que necesitas para quitar la suciedad más difícil. Limpiador de acero inoxidable. En casos cuando ya hay manchas o arañazos en tus piezas un limpiador puede ser una gran opción. Lee las instrucciones que vienen en el limpiador y pruébalo en un lugar que no se vea, antes de limpiar toda la pieza. Asegúrate de enjuagar a fondo y secar con una toalla. ¿Cómo mantienes adecuadamente tus instrumentos? Cuéntanos.