La celebración del Día de los Santos Inocentes, que se lleva a cabo el 28 de diciembre, puede ser una de las fiestas más divertidas pero también más frustrantes si somos víctimas de una broma pesada.
Pero, ¿sabes de dónde proviene esta celebración?
Esta celebración tiene su origen en un episodio de la mitología cristiana, la matanza de niños menores a dos años ordenada por el rey Herodes I, para acabar con Jesús de Nazaret.
La tradición recoge este episodio, pese a que no existe ninguna evidencia de que haya sucedido realmente, y quiso conmemorar a las víctimas inocentes con un día dedicado a su recuerdo.
Bromas
¿Pero por qué se gastan bromas en una conmemoración trágica?
Las bromas representan esa tragedia: un crimen que se realiza contra criaturas que no entienden lo que les sucede.
Sin embargo, también se debe a que esta celebración, fue impuesta para coincidir con otra de origen pagano (o sea, no cristiano). Durante la Edad Media, el Día de los Inocentes se combinó con la Fiesta de los Locos, que eran una celebración para dar rienda suelta a las actitudes reprimidas durante el resto del año, era el día en que se le permitía a las personas, volverse locas.
Esto último todavía lo vemos en el Día de los Inocentes: es cuando los medios de comunicación tienen "permitido" decir toda clase de mentiras y disparates, en vez de informar sobre acontecimientos de la vida real, lo mismo que nosotras tenemos "permitido" hacer bromas pesadas a nuestros familiares y amigos más serios (aunque no es una buena idea aprovechar el día para robarles sus pertenencias o dinero, como se acostumbraba todavía hace unos pocos años).
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