Los padres de un niño no sólo tienen la responsabilidad de cuidar su salud, bienestar y educación, también de brindarle una infancia feliz para que tenga vivencias, experiencia y recuerdos hermosos de los momentos que compartió con ellos.
Los viajes familiares son una de las mejores formas de generar momentos felices que se atesoren para toda la vida, para ello no tiene que ser el viaje perfecto, pero sí es importante que se haga un plan para que todos los pasen bien, y dediquen más tiempo a reír y compartir, que a resolver cualquier eventualidad, e incluso si es el caso, aprovechar los problemas para convertirlos en vivencias que contar, donde se enfatice la unión familiar.
Destino
Los viajes pueden realizarse a toda clase de lugares, la opción ideal para cada familia depende tanto de los gustos de todos en general, como de los gustos individuales, y debe tratarse de complacer a todos, en la medida de lo posible.
Equipaje
Hay que cuidar lo que se llevará al viaje, no es necesario llevarse el clóset completo ni todos los juguetes de los niños para pasarlo bien. Es mejor viajar lo más ligero posibles, dos mudas de ropa pueden ser suficiente para unos cuantos días, y si el lugar es para divertirse, sólo necesitan un par de juguetes para no aburrirse durante el viaje.
Comida
Una de las cosas más agradables de viajar, es probar alimentos diferentes a los que acostumbramos o conocemos, pero esto puede ser un martirio para algunos niños, ya sea porque son difíciles para probar comida que no sea la de mamá, a la que están acostumbrados, o porque se aburren horrores en los restaurantes. Si en los planes de los papás está probar platillos típicos o exóticos, deben evitar que la experiencia sea negativa para los pequeños; se les puede motivar desde días antes platicando sobre todo lo que los papás piensan comer y probar y preguntarles a los niños qué les gustaría a ellos probar, también está la opción de elegir un restaurante con área de juegos amigable para los niños, o incluso pedir comida para llevar y tomarla en un parque o en el área donde planean pasar la tarde.
Recuerdos
Una forma de recordar el viaje es tomar fotos y videos, pero una forma mucho más vívida, es adquirir un recuerdo típico del lugar, como una artesanía, investigar la receta de un plato típico que a todos les haya gustado y replicarla en casa o adquirir un libro o documental sobre la historia y la cultura del lugar visitado.
¿Cuál ha sido tu viaje más feliz en familia?
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