¿Conoces los miedos infantiles más frecuentes? Para ayudar a resolverlos, debes hacer que tu hijo los enfrente de una forma amable, no violenta.
- Miedo a la oscuridad. Un niño que le teme a la oscuridad puede presentar problemas para dormir y también puede mojar la cama aunque ya controle los esfínteres (por miedo a ir al baño en la noche).
Resuélvelo colocando luces tenues en su habitación, en el pasillo y en el baño.
- Miedo a la escuela. Para muchos, es la primera vez que pasarán varias horas lejos de mamá o interactuando con otros niños, lo que es angustiante para ellos.
Resuélvelo acompañándolo un rato en la escuela (si te lo permiten) o incentivando con dar un paseo con él al salir.
- Miedo a los animales. Es un miedo algo instintivo, después de todo un animal puede llegar a ser peligroso y el miedo, es un mecanismo natural para resguardar nuestra seguridad.
Resuélvelo exponiéndolo poco a poco a toda clase de animales domésticos y en el zoológico, hasta que se acostumbre a ellos.
- Miedo a caer. Por naturaleza, los niños no sienten miedo de las alturas (como subirse a una silla), es un miedo aprendido por la protección (a veces excesiva) de sus padres.
Resuélvelo permitiéndole que explore el mundo a sus anchas, sin prohibirle hacer algo, sino enseñándole a hacerlo de forma segura.
- Miedo al doctor. El doctor pica y causa dolor, da a beber cosas desagradables, coloca objetos fríos en el cuerpo, y el niño le toma un miedo o un odio feroz a estas visitas.
Resuélvelo preparándolo psicológicamente antes de ir, haciéndole que tenga un buen concepto ("el médico te revisará y te curará para que ya no te duela") y ofreciéndole un incentivo al salir de la consulta.
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