El camino hacia la edad adulta, cuando una persona debe aprender a ser responsable de todas sus decisiones, es largo, y aunque no queremos acelerarlo, es necesario sentar las bases desde que nuestros hijos son pequeños, para que el recorrido hasta la madurez se dé de una forma feliz y positiva.
Una de las mejores herramientas que puedes darle a tu hijo para ese camino, es la capacidad de tomar decisiones propias y hacerse responsable de ellas, es decir, asumir las consecuencias de lo que ha decidido y no culpar a otros, a la vez que aprender a controlar la frustración por una decisión "equivocada".
Decimos "equivocada" porque en realidad no existen decisiones equivocadas en cuanto a las que se eligen para la vida, sólo nos parecen así porque los efectos no son de nuestro agrado o no eran lo que esperábamos.
Para que un niño tome decisiones propias, tenemos estas recomendaciones:
- No elijas por él, siempre déjalo que lo haga él mientras no sean cosas que puedan ponerlo en riesgo; en cosas así, siempre son los papás los que deben elegir por él.
- No le ahorres el fracaso ni las equivocaciones, sus errores le permitirán aprender a tomar decisiones más adecuadas y a controlar sus emociones.
- Proyecta una imagen de seguridad, y habla abiertamente de cuando tu decisión fue "errónea". Demuestra con palabras y actos que es válido equivocarse y volver a intentarlo.
- Seguro te suena familiar este diálogo: Persona 1: "Vamos al parque"; Persona 2: "Sí, al parque"; Persona 3: "No, está muy lejos y no da tiempo"; Persona 2: "Sí, está muy lejos, mejor no"; Persona 1: "Pero podemos ir en carro"; Persona 2: "Sí, en carro sí se puede"; Persona 3: "Pero es mucho tiempo en el tráfico"; Persona 2: "Sí es cierto, mejor en carro no". Como notarás, la Persona 2 no toma una decisión propia, se deja llevar por lo que dicen los demás. Ayuda a tu hijo a ser coherente, a tener congruencia y a ser auténtico para que sea una persona que propone y no sólo una que siga lo que los demás dicten.
- Deja que haga lo que realmente le apasiona, en la medida de tus posibilidades, así logrará descubrir lo que quiere hacer durante su vida.
- Si algo le gusta y falla, debes animarlo a no rendirse.
- Conoce a sus amigos, pues ellos pueden ser un apoyo o un obstáculo para la toma de decisiones de tu hijo. Un buen amigo respeta las decisiones que sus amigos toman y no trata de condicionarlas.
Regresar