Cuando la vida se complica, el trabajo crece y los problemas no parecen tener solución, cualquier cosa puede romper tu equilibrio mental y hacerte estallar. Un ejemplo son tus hijos.
Tus hijos, como todos los niños, ocasionalmente harán algo para lograr sacarte de tus casillas, y si esto ocurre cuando todas las otras preocupaciones se han acumulado, es muy fácil perder la paciencia y gritarles, castigarlos o golpearlos. Y después, la culpa te carcome.
Pero esto no tiene que pasar. Aquí te mostraremos algunas estrategias para lograr mantener el autocontrol y no liberes tu frustración con los pequeños.
Conoce tus límites
Tal vez no tengas problema en hacerte cargo de dos, tres, diez cosas a la vez, pero cuando son once, simplemente ya no puedes más. Aprende a reconocer las señales de que estás llegando a tu límite y baja el ritmo. Tómate un descanso, y si estás en casa, aprovecha ese espacio para hacer algo relajante, como leer una revista, ver ese capítulo de tu serie favorita que te hacía falta o cuidar tus plantitas. Ese pequeño tiempo te ayudará a volver al ruedo con más ganas y menos estrés.
Respira y cuenta hasta 10
Eso no sirve, pensarán algunas personas, pero no se trata de un acto de magia sino de un momento de reflexión consciente. Respirar y contar no resuelve los problemas, sólo es el pretexto para hacer una pausa y en un acto de autoconciencia, reconocer que estás perdiendo la calma y el estrés te está superando. No hay nada de malo en reconocerlo, por el contrario, te servirá para liberarlo y tratar el problema desde otro punto de vista.
Aprende a discriminar
Las reglas son importantes para la educación de tus hijos, pero no debes poner reglas indiscriminadamente. Analiza cuáles son realmente importantes (levantarse a cierta hora, comer ciertos alimentos, jugar cierto tiempo, realizar ciertas labores en casa) y concéntrate en ellas. Si rompen una regla poco importante (pasó frente a la tele una hora en vez de media hora o no se terminó los fideos), ahórrate una discusión y pásalo por alto esta vez.
Cuídate
¿Realmente pensamos en lo que significan las palabras "cuídate a ti misma"? No es sólo un formalismo para las despedidas después de ver a una amiga, es algo mucho más profundo. "Cuídate" quiere decir que pienses en tu bienestar antes que en todo lo demás. ¿Comes las porciones adecuadas y los alimentos saludables que necesitas? ¿Duermes las horas necesarias para tener un sueño reparador? ¿Dedicas el tiempo necesario al ocio, a ti misma y a tus pasatiempos y pasiones? ¿Tienes un buen equilibrio entre el placer y el deber? Piénsalo y refuerza los aspectos donde creas que estés fallando.
Discúlpate
No siempre lo harás bien, alguna vez cometerás un error o lastimarás a alguien, y no siempre sin querer; cuando el estrés nos domina, podemos ser un poco crueles con las personas que amamos. Si algo así te pasa, ofrece una disculpa, reconoce que te equivocaste y has perdido el control. Reconocerlo te ayudará a recuperarlo, además de que le darás a tu hijo una buena lección de empatía, de la que aprenderá a tratar a las demás personas.
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