Los niños sólo son pequeños durante unos años; muy pronto crecen y nos arrepentimos de no haber hecho muchas cosas cuando todavía teníamos tiempo. ¡Haz la cuenta! Desde que nacen hasta que llegan a la adolescencia, son apenas algo más de 500 fines de semana. Parece una cifra lo suficientemente amplia para darnos el tiempo con ellos, pero, ¿ya cuántos fines de semana han pasado y no los has aprovechado?
Bésalo y abrázalo
Tu hijo será un bebé sólo un par de años, y las muestras de afecto basadas en los besos y los abrazos, sólo puedes darlas un poco más allá de esa época antes de que él te diga que ya no quiere que lo hagas.
Estas muestras le ayudarán a tener más confianza en él mismo y a sentirse querido. Además los lazos de confianza entre ustedes se fortalecerán y durarán toda la vida.
Escúchalo
Como mamá, eres responsable de las decisiones más importantes de tu vida y la de él, pero no cometas el error de no escucharlo ni dejar que se exprese. Te sorprenderá lo mucho que llegarás a conocerlo y lo sólido que será su vínculo si le permites hablar y externar su opinión.
Juega con él
Ya sea que tenga un año o doce, jugar con tu hijo será la mejor forma de aprovechar el tiempo a su lado. Durante el juego, se concentra mejor en una actividad y se vuelve más receptivo al aprendizaje; es el momento ideal para que le enseñes los conceptos y las ideas que sabes que necesita. Del mismo modo, tú aprenderás sobre sus intereses y pasiones, y dejarás de ser sólo la persona que pone límites, sino también una amiga.
Lee con él
La persona más importante para tu hijo, eres tú. Todo lo que haces y dices servirá para formarlo. Para él serán más importantes las actividades, hábitos y cosas a las que tú dediques más tiempo. La lectura es el medio principal para adquirir conocimientos en todas las áreas, para que adquiera el hábito de la lectura, del que no se puede exagerar su importancia, es necesario que te vea leer, y también que leas con él. Pero también leer debe ser divertido; lean sus historias favoritas. Nunca es tarde para comenzar con este hábito.
Ríe con él
Cuéntale chistes, hazle cosquillas (sin exagerar), vean películas divertidas, no importa qué, lo que importa es reír. La risa también es un hábito aprendido, y uno que ayuda a liberar el estrés, a sentirse felices ya tener una vida más saludable. También es útil para sobrellevar las situaciones más difíciles de la vida.
¡Todavía estás a tiempo! No dejes pasar esta oportunidad de compartir con tu hijo.
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