10 Min para mí

¿Reconoces los siguientes "síntomas"?

• Siempre tienes el celular a un lado, incluso en las reuniones formales o informales.
• Revisas el teléfono mientras alguien te está hablando.
• Interrumpes otras actividades para responder los mensajes del teléfono.
• Revisas tu teléfono en lugares no propicios, como el cine o al volante.
• Cuando vas al baño llevas tu teléfono.
• Te angustia cuando el nivel de pila está muy bajo.
• Perder tu teléfono (o que te lo roben) es lo peor que te puede suceder.
• Revisas el teléfono aunque no tengas mensajes pendientes.
• Abres tu teléfono para navegar aunque no necesites nada en particular.
• Registrar todo en el teléfono (fotos, aplicaciones de check-in, actualizaciones de estado).
• Compartes todo lo que te pasa en redes sociales.

Si te identificas con varias (o todas) las anteriores, déjame decirte que eres adicta a tu celular.

Si es así, es necesario que analices la forma en que usas tu tiempo libre, cómo compartes tu tiempo con tus seres queridos (familia y amigos), y que te propongas el compromiso de aprovechar el tiempo con calidad y valor, en actividades que no incluyan el uso de tecnologías y comunicaciones a distancia.

Los teléfonos y el internet nos mantienen comunicados con el mundo, pero también tenemos que reaprender a vivir el "aquí", a ver el mundo con nuestros ojos y no sólo desde una pequeña pantalla electrónica.