10 Min para mí

Sigue estos sencillos pasos y evita la propagación de gérmenes en tu rostro.

Siempre estamos preocupadas por elegir el tipo de maquillaje correcto para evitar la aparición de imperfecciones, pero no damos la misma importancia a los accesorios que utilizamos para aplicarlo. Muchas veces, las brochas son las principales portadoras de bacterias, lo que favorece la aparición de granitos.

Lo ideal es que laves tus brochas una vez por semana, ahora te decimos cómo:

1. Con dirección hacia abajo, coloca la brocha en el chorro de agua tibia y evita mojar el mango.
2. Aplica en la palma de tu mano un poco de jabón (champú / jabón de uso diario).
3. Frota suavemente la brocha sobre tu palma, con movimientos circulares. Recuerda sólo lavar las cerdas de la brocha y no el mango.
4. Enjuaga con abundante agua y repite hasta que notes que ya está limpia la brocha.
5. Con una toalla limpia, oprímela para quitar el exceso de agua.
6. Déjala secar un día completo como mínimo. Para que no pierdan su forma natural, puedes utilizar fundas especiales para las brochas o dejarlas secar en su estuche original. Si no lo tienes, déjalas secar horizontalmente, (nunca hacia arriba) evitando que las cerdas toquen la superficie.

Como son accesorios que usamos casi diario, puedes lavarlas antes de dormirte para que las dejes secar toda la noche.