Nos encanta sacarle el mejor provecho a las cosas antes de pensar en tirarlas. Y ahora te vamos a dar una lista de usos que le puedes dar al aplicador de tu rímel cuando se ha terminado, ¡no los tires!:
- ¿Tus cejas decidieron volverse locas y cada una tomar su camino? No necesitas un cepillo especial, utiliza un aplicador de rímel.
- ¿Quieres pestañas largas y separadas? Aplícate el rímel como normalmente lo haces y luego sepáralas con el otro aplicador.
- Después de algún tiempo, el rímel comienza a dejar grumos en tus pestañas. ¡De nuevo, un aplicador usado será tu salvación!
- ¡Mantén limpia tu joyería favorita! Un aplicador de rímel actuará como un minicepillo para limpiar las partes más difíciles de tus collares o aretes.
- ¿Vas a retocar las raíces de tu cabello? Obtén una cobertura uniforme utilizando el aplicador.
- Nunca faltan esos pelitos cortos y necios que no se aplacan. Rocía en él un poco de spray para cabello y ¡domínalos!
- Limpiar el grifo del lavabo será mucho más fácil si utilizas como cepillo, un aplicador de rímel viejo.
Regresar